La casa más pequeña del Zaanse Schans, donde una vez vivió un barquero con cinco hijos

Esta casa, la más pequeña del Zaanse Schans, se construyó a principios del siglo XIX para el criado de un molinero. Más tarde, se convirtió en una granja. En el hastial del extremo había una extensión utilizada como establo. A pesar de tener sólo dos habitaciones, estaba ocupada por una familia con cinco hijos. La cabaña estaba en demasiado mal estado para ser transportada en su totalidad; fue desmontada y reconstruida tras su restauración. El espacio del ático es demasiado pequeño para ser habitado, por lo que el somier permaneció en la vivienda como lugar para dormir.

En los planes de restauración, el estrafalario arquitecto Cornelis de Jong, de De Rijp, añadió un amplio granero, equipado con agua y calefacción, por interés social. Incluso utilizó un «proverbio» ingeniosamente acuñado: «Casa pequeña, granero grande», para convencer al Patronato de la Fundación Zaanse Schans de la necesidad del espacio adicional.

También destacan aquí los «pilares» de ladrillo, que se instalaron encima de los pilotes. Al principio, la gente construía aquí con pilotes de unos 8 metros, que se asentaban sobre una capa de arena. Más tarde, empezaron a apilar a través de esta capa de arena, con montones de 15 a 20 metros que se extendían hasta el sólido suelo arenoso de Holanda. Esto permite levantar edificios de piedra más pesados incluso en estas zonas pantanosas.